sabato 14 maggio 2011

PIGNA

PIGNA

El domingo de Pascua toda la familia se reúne en la casa de los abuelos y nunca puede fallar sobre la mesa la pigna o, como lo llaman en el pueblo de mis padres, el buccellato. Se trata de un dulce poco elaborado, semejante a un roscón con ingredientes pobres, típico del alto Molise. Cada vez que mi abuela lo prepara se acuerda de cuando, pequeña, se regocijaba viéndolo mientras se cocía en el horno. En su niñez raras eran las ocasiones para comer postres, y por esto la Semana Santa tenía un sabor más dulce por ella.
Esta receta original es perfecta para los amantes de la canela: en el sabor, así como en el olor, este elemento se puede definir como el ingrediente que sin duda domina este plato.
Existen varias versiones de pigna, pero aquí yo voy a dar la receta que utiliza mi abuela con una elaboración muy simple.

  
Ingredientes:
·         10 huevos;
·         1 k de harina;
·         Canela en polvo;
·         100 g de patatas;
·         300 g de levadura;
·         100 g de manteca de puerco;
·         300 g de azúcar.

Elaboración:
Amalgamar todos los ingredientes. Poner atención en que la levadura haga efecto. Amasar bien y dejar reposar una noche. Por la mañana dar la forma al amasijo y, otra vez, dejar reposar un medio día. Por fin, enhornar el dulce a 180˚C y dejar cocer durante 20/30 minutos.  

Consejos y curiosidades:
Gracias a los ingredientes y a su elaboración, la “pigna” se puede conservar sin problemas por dos semanas y es el desayuno perfecto, ya que, siendo bastante duro, queda delicioso acompañado de un café con leche.

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