sabato 14 maggio 2011

CALZONI DEL MOLISE

CALZONI DEL MOLISE

Los “calzoni” son, sin duda, el dulce molisano más conocido nacionalmente. Aunque cada día salen nuevas variedades y sabores de este dulce, todos derivan de esta receta. La consistencia friable externa, seguida por la suavidad interna, hacen de estas tajaderas un dulce armónico y sorprendente. Excelente para merendar o como postre para todas las edades, estos “raviolis” dulces siempre se encuentran sobre las mesas en los meses invernales, especialmente durante las festividades navideña y de carnaval.     


Ingredientes:
Para el relleno
·         1 k de garbanzos;
·         250 g de miel;
·         Agua de flores de naranjo.

Para la pasta
·         200 g de mantequilla;
·         3 huevos;
·         100 g de azúcar;
·         200 g de leche;
·         1 limón rallado;
·         500 g de harina;
·         1 sobre de levadura.

Elaboración:
Relleno: poner los garbanzos desde la noche anterior en remojo y, al día siguiente, cocerlos en agua sin sal. Aún calientes, pasarlos por un robot de cocina- o mixer-; por fin, dejarlos enfriar. Agregar la miel y luego el agua de flores de naranjo. Seguir trabajando el preparado para que todo se mezcle bien.
Pasta: amasar todos los ingredientes en la procesadora y añadir, si necesario, otra harina. Crear discos y llenarlos con el relleno. Freírlos en abundante aceite de oliva. Una vez cocidos, los dejamos enfriar.    

Consejos y curiosidades:
Los “calzoni” son dulces típicos de un pequeño pueblo llamado Riccia. Se dice que eran el postre preferido de la Reina Constanza de Chiaromonte, esposa repudiada por el Rey de Nápoles. Por eso en 1392 la mujer se trasladó en Molise para casarse con Andrea de Capua, feudatario de Riccia. Gracias a este personaje el pobre pueblo molisano fijó sólidos relaciones económicas con la Sicilia. De hecho, los “calzoni” son semejantes a las “panelle”, un postre siciliano con masa de garbanzos, sal y perejil.
     Hoy en día en el pueblo de Riccia las mujeres preparan este dulce sobre todo en el festividad de San José, santo patrón de la ciudadela.      

CACIATELLI

CACIATELLI

Así como la “pigna”, también los “caciatelli” son una comida típica de los días de Pascua. Se trata de piza en forma de empanadas con un relleno de queso y embutidos, todos productos típicos del sur-Italia. Habitualmente mi tía los prepara el viernes santo, puesto que se pueden conservar para unos días, aunque calientes y apenas desenhornados son sencillamente una delicia.
Son perfectos como entremés y según la grandeza, para los más golosos, se pueden tomar también a merienda.

Ingredientes:

Para la pasta
·         ½ k de harina de trigo;
·         3 huevos;
·         100 g de agua;
·         Sal.
Para el relleno
·         1 k de tocino;
·         8 huevos;
·         100 g de pecorino (queso de oveja);
·         100 g de scamorza (queso fresco de vaca);
·         Jamón serrano;
·         Perejil.

Elaboración:
Amasar la harina con los huevos, el agua y el sal y dejar reposar. Luego preparar la masa: es importante en todo momento evitar manipular demasiado la masa ya que es muy delicada. En continuación  estirar bien el amasijo hasta que llegue a un espesor de unos 10 milímetros y conseguir unos discos. 
Mientras tanto, preparar el relleno picando y amalgamando todos los ingredientes. Disponer  el compuesto obtenido en los discos, cerrarlos y pincelarlos con huevo batido. Acabar con el cocción: en horno a 180˚C durante 20 minutos.

Consejos y curiosidades:
Esta receta no tiene ninguna dificultad y sorprende por el sabor tan bien equilibrado. Puesto que la pasta no está muy salada, podéis probar también la variante dulce: la elaboración de la pasta es la misma; pero, en vez de queso y ensacado, utilizáis come relleno mermeladas, crema o chocolate. ¡Los niños los devoraran en un bocado!

PIGNA

PIGNA

El domingo de Pascua toda la familia se reúne en la casa de los abuelos y nunca puede fallar sobre la mesa la pigna o, como lo llaman en el pueblo de mis padres, el buccellato. Se trata de un dulce poco elaborado, semejante a un roscón con ingredientes pobres, típico del alto Molise. Cada vez que mi abuela lo prepara se acuerda de cuando, pequeña, se regocijaba viéndolo mientras se cocía en el horno. En su niñez raras eran las ocasiones para comer postres, y por esto la Semana Santa tenía un sabor más dulce por ella.
Esta receta original es perfecta para los amantes de la canela: en el sabor, así como en el olor, este elemento se puede definir como el ingrediente que sin duda domina este plato.
Existen varias versiones de pigna, pero aquí yo voy a dar la receta que utiliza mi abuela con una elaboración muy simple.

  
Ingredientes:
·         10 huevos;
·         1 k de harina;
·         Canela en polvo;
·         100 g de patatas;
·         300 g de levadura;
·         100 g de manteca de puerco;
·         300 g de azúcar.

Elaboración:
Amalgamar todos los ingredientes. Poner atención en que la levadura haga efecto. Amasar bien y dejar reposar una noche. Por la mañana dar la forma al amasijo y, otra vez, dejar reposar un medio día. Por fin, enhornar el dulce a 180˚C y dejar cocer durante 20/30 minutos.  

Consejos y curiosidades:
Gracias a los ingredientes y a su elaboración, la “pigna” se puede conservar sin problemas por dos semanas y es el desayuno perfecto, ya que, siendo bastante duro, queda delicioso acompañado de un café con leche.