MOSTACCIOLI
Hablando de este dulce, abrimos un caso de postre “codiciado”. De hecho se trata de la receta de galletas presente en los recetarios de muchísimas regiones italianas -aunque los orígenes parecen ser árabes-. Son dulces en forma de rombo- esta es la forma tradicional, pero también podéis utilizar moldes de otras formas- que se encuentran en todas las ciudades meridionales. La receta molisana que he publicado tiene una peculiaridad: el amasijo es mórbido y con un intenso sabor de canela.
Respecto a los otros dulces que encontráis en el blog, los “mostaccioli” tienen una elaboración más compleja; tenéis que prestar atención a la forma así como a la cobertura. ¡Pero no os desmoralizeis! Son una delicia que tenéis que gustar.
Ingredientes:
· 140 g de harina de trigo;
· 6 huevos;
· 1 vaso de miel;
· 20 g de bicarbonato de amonio;
· 400 g de almendras tostadas;
· 2 sobres de cacao amargo;
· 1 vaso de mosto cocido;
· 1 vaso de café;
· 1 vaso de aceite de semillas;
· 50 g de canela;
· 350 g de azúcar;
· La cáscara de dos limones (sólo la parte amarilla);
· La cáscara de dos naranjas.
Para la cobertura:
· 2 k de chocolate fondant.
Elaboración:
Pulverizar las almendras con las cáscaras de limones y naranjas. Trabajar en un bol todos los ingredientes, excepto el chocolate fondant, hasta obtener un amasijo compacto- si está demasiado blando, añadir otra harina; si demasiado duro, café y mosto-. Estirar el compuesto y, una vez obtenida una masa de unos dos centímetros, partir el amasijo en rombos. Enhornar a 200˚C durante 5-8 minutos. Una vez cocidos, dejar que se enfríen y, luego, sumergirlos en el chocolate fundido. Última operación: poner los rombos sobre un papel aluminio para que no se peguen y sean listos para servirlos.
.
Consejos y curiosidades:
La palabra “mostaccioli” deriva del vocablo latino mustacea, antiguo pan preparado para bodas en forma de rombo. Según las leyendas fue un monje misterioso a llevar la receta a Italia y luego, de repente, desapareció.
Hoy en día hay golosas variantes de este dulce; por lo tanto no sólo “mostaccioli” de chocolate fondant, sino también de chocolate blanco o de avellana. Es un exquisito postre para los más golosos de la casa y gustará a grandes y pequeños.